Violín y clavicémbalo italiano en la Catedral
El concierto será el sábado, 19 de octubre a las 20:30 horas, y correrá a cargo de Luca Giardini, al violín y Lorenzo Ghielmi, al clavicémbalo
Continúa la programación del mes de octubre de ‘Música en la Catedral’ con un concierto que unirá el violín y el clavicémbalo por parte de dos músicos formados en Milán, Giardini y Ghielmi. La actuación se podrá disfrutar el próximo sábado 19 de octubre, a las 20:30 horas, en la Catedral de Cuenca.
Las entradas para el concierto están a la venta en taquilla de la Catedral, el Museo Tesoro y la Iglesia de S. Pedro, así como en la página de venta de entradas online de la Catedral.
Las obras de música de cámara compuestas por Johann Sebastian Bach fueron sin duda muchas más que las que conocemos hoy. A su muerte, los manuscritos fueron heredados por su hijo menor Johann Christian, cuyos gustos musicales, sin embargo, se habían inclinado hacia un estilo más galante y moderno.
Estas composiciones se dejaron de lado y muchas desaparecieron. Entre estas obras, muchas estaban dedicadas al violín, instrumento que Bach tocaba a la perfección. Aunque el autógrafo se ha perdido, afortunadamente se ha conservado una copia de la colección de seis sonatas para violín y clave concertato, una colección magistral de composiciones en las que al violín se une el clave, no en el papel habitual de acompañamiento (el llamado bajo continuo, en el que el clavecinista añade armonías a una línea de bajo escrita por el compositor), sino en un papel solista.
Clavicémbalo
El clavicémbalo es un instrumento musical de cuerda pulsada que pertenece a la familia de los instrumentos de teclado, como el piano y el órgano. Fue muy popular en Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII, antes de la invención del piano. A diferencia del piano, en el que las cuerdas se percuten con martillos, el clavicémbalo produce sonido al pulsar las cuerdas con plectros (generalmente hechos de pluma de cuervo o plástico). Estos plectros están conectados a las teclas del instrumento.
Su sonido es más brillante y metálico que el del piano, pero también menos variable en intensidad. Esto significa que la fuerza con la que se tocan las teclas no afecta mucho al volumen del sonido. Fue utilizado principalmente en la música barroca y renacentista. Compositores como Johann Sebastian Bach, Domenico Scarlatti y François Couperin escribieron muchas obras para este instrumento.

PRÓXIMO CONCIERTO DE ‘MÚSICA EN LA CATEDRAL’:
Carlos Arturo Guerra y Lucie Žáková, a dos órganos, el 26 de octubre

Catedral de Cuenca