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Día de la Discapacidad 2025: la Asociación Roosevelt reclama accesibilidad universal

La Asociación Roosevelt exige accesibilidad universal en el Día de la Discapacidad 2025 para garantizar igualdad, inclusión y eliminación de barreras.

Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la Asociación Roosevelt difunde un firme manifiesto en defensa de la accesibilidad universal, reivindicando que sin entornos accesibles no puede haber plena inclusión social. La entidad recuerda que, pese a los avances legislativos, las barreras siguen limitando derechos fundamentales como la educación, el empleo o la participación comunitaria, y llama a toda la sociedad a comprometerse con un entorno verdaderamente inclusivo.

Por una accesibilidad universal: el derecho que abre todos los derechos

Hoy, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, alzamos la voz para recordar que la accesibilidad universal no es un añadido, ni un privilegio, ni una opción. Es un derecho imprescindible que garantiza que todas las personas puedan acceder, comprender, utilizar y disfrutar de su entorno, de los servicios, de la educación, del trabajo y de la vida social en igualdad de condiciones.

A pesar de los avances en los últimos años, todavía estamos lejos de lograrlo. La nueva legislación estatal sobre accesibilidad, en vigor desde 2025, representa un paso importante hacia la plena inclusión, pero su aplicación real aún no llega a todos los espacios físicos, digitales y sociales. Las barreras siguen presentes, visibles e invisibles, y continúan limitando la vida de millones de personas. Esto se refleja en datos como que menos de un tercio de las personas con discapacidad en edad laboral tienen empleo, y su tasa de desempleo casi dobla la del resto de la población. La igualdad de oportunidades aún no es una realidad. 

Defendemos firmemente que la accesibilidad universal es la llave que abre el resto de derechos:
– el derecho a decidir dónde, cómo y con quién queremos vivir;
– el derecho a una educación inclusiva;
– el derecho al empleo sin discriminación;
– el derecho al ocio, a la cultura, al deporte y a la vida comunitaria;
– el derecho de los niños y niñas a jugar y socializar;
– el derecho de las mujeres con discapacidad a vivir libres de la doble discriminación y de las violencias que aún hoy sufren.

Nuestro entorno refleja nuestros valores. Una ciudad accesible es una ciudad que respeta a todas las personas. Cuando la accesibilidad falla, la igualdad desaparece. Por ello es imprescindible continuar impulsando políticas transformadoras dentro y fuera del ámbito de la discapacidad. No basta con legislar: hace falta sensibilizar, formar, escuchar, proponer, reivindicar y denunciar cuando sea necesario.

Reivindicamos nuestro derecho a vivir en libertad, a diseñar nuestro propio proyecto de vida y a participar plenamente en la sociedad. Y lo hacemos mirando hacia el “sueño Roosevelt”: una sociedad inclusiva, justa, abierta a todas las personas, donde nadie quede al margen por falta de accesibilidad.

En este 3 de diciembre de 2025, hacemos un llamamiento a instituciones, empresas, comunidades educativas, medios de comunicación y a toda la ciudadanía: sigamos avanzando, construyamos entornos accesibles, eliminemos las barreras que nos separan y pongamos la inclusión en el centro. Solo así conseguiremos una sociedad verdaderamente para todos.

Ayúdanos a hacerlo posible. Por una sociedad inclusiva y para todas las personas. 

Sin derecho a la accesibilidad no hay inclusión social.